Thursday, February 08, 2024

107.- Elogio a la pantalla empañada

 

Tu aroma tatuado en mi lengua,

un fantasma que me persigue.

Tus manos, un par de guantes

olvidados en la estación del deseo.

 

¿Dónde te escondes, musa esquiva?

Mi paciencia agoniza,

como una batería de rubor a rojo.

 

La pantalla del notebook,

un espejo empañado que refleja mi soledad.

 

Escribo en el vacío, un náufrago sin brújula,

en busca de un mensaje tuyo,

una señal de vida que calme mi tempestad.

 

¿Tus labios se sonrojan por fin? Me importa un bledo.


Tu silencio es un cuchillo clavado en mi corazón.

Adiós, amor desconfigurado.

Te dejo con tu silencio y tu pantalla empañada.

 

Tus labios, un mapa de besos tatuados en la piel de mi memoria.

Tu cuerpo nocturno, un imán que me atrae,

una hoguera que me consume.

 

¿Qué será de ti, ninfa ardiente?

 

Mi mente naufraga en la duda,

un mar de incertidumbre que me ahoga.

 

La pantalla del notebook, un altar vacío,

donde espero tu mensaje,

una señal, al menos un enlace

se estremecen con el mismo deseo que yo.

 

Amor, abre las compuertas del placer,

libera mis nervios enjaulados.

Dime si tus labios se han ruborizado,

si la llama de la pasión aún arde en tu interior.

 

Ven a mí, únete a mi danza frenética,

fundamos nuestros cuerpos en un éxtasis sin fin.

Olvidemos la razón, seamos como un spam,

en un torbellino de pasión y deseo.

 

 Tu aroma impregna mis sueños,

una caricia invisible que me seduce.

Tus manos, dos adjuntos que me atrapan,

arrastrándome a un abismo de placer.

 

¿Dónde te escondes, quimera inalcanzable?

 

Mi mente te busca en laberintos digitales,

teje telarañas de palabras en la pantalla empañada.

 

Escribo al vacío, conjurando tu aparición,

un poeta náufrago en un mar de datos.

Anhelo una señal, un indicio de tu existencia,

una chispa que encienda la llama de la esperanza.

 

¿Tus labios se sonrojan en el mundo virtual?

¿Tus deseos se codifican en bits y bytes?

Sueño con navegar por tu cuerpo cibernético,

explorando cada curva, cada rincón de tu ser.

 

Ven a mí, atraviesa el velo digital,

fusionemos nuestras almas en un éxtasis virtual.

Seamos uno en la danza onírica del amor,

un código binario que canta nuestra pasión eterna.


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