Sunday, February 11, 2024

151.- Pan virtual

 

Esperaba el pan virtual, maná digital que nutre el alma.

Lo anhelaba como niño hambriento,

en busca el pecho maternal que lo calma.

 

Con celo carcelero vigilaba los latidos de tu corazón prisionero.

Sediento de amor, bebía cada lágrima, un amargo aguacero.

 

¿Y ahora dices que vuelves al camino llano?

La huella que ayer, desolada, perdiste,

borras como espuma salada en la arena,

promesa fugaz que el viento deshizo.

 

Tus labios olvidaron mi nombre,

eco en el vacío, un susurro sin alma.

 

Fui ciénaga, pastizal y abrigo,

remanso donde tu herida encontró calma.

Consolé tu lamento lastimero,

y tu gracia agitó mis aguas estancadas.

 

Amé tu plumaje mezquino por una estación breve, un espejismo.

El nido frío que te acunaba el sol entibió con su beso tibio.

 

Despertó instintos de garza en mi pecho,

un silencio tenso que aprieta el alma.

Tus alas se abrieron, y en un instante te fundiste con el cielo.

 

Como esa noche negra, no habrá noches más largas ni más frías.

 

La lluvia que había de venir fue mi consuelo pasajero, un llanto.

No hubo baile ni sueños, ni ronda de luna, luciérnagas, ni lucero.

No hubo versos frescos ni dueña que los quisiera, solo el eco.

 

Como ayer, las constelaciones vuelven,

las flores y su perfume a los ciruelos.

Vendrán las garzas, hasta el próximo invierno,

en un ciclo eterno, un baile sin dueño.

No comments: