Robaré para ti una estrella,
como quien corta una rosa del jardín celestial.
¿Habrá una más bella que tú entre las constelaciones?
Escogeré una que no la lloren si no regresa,
una solitaria, sin nombre,
serena como una chispa que cae.
De todas las azares del firmamento,
encontraré una que no tenga dueño,
como tus sueños que no me pertenecen.
Deseo una que parpadee como yo te miro,
tan bella que no mereces menos,
luminosa como tus ojos cuando ríes.
Quiero una estrella que no envidie tu gracia,
tan breve como las horas que te tuve a mi lado,
que esté muy lejos como tu corazón del mío.
Fugaz, así como mi vida pasó por la tuya,
un fulgor en el agua que a nadie importe,
una pequeña, como el amor que me entregaste.
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