Friday, February 09, 2024

117.- Lágrima errante

 

Una lágrima tuya, huérfana y vacía,

surca el aire cual hija del volcán,

buscando refugio en mis aguas bravías,

en el mar de mis penas que no dan tregua.

 

Junto a mis propias lágrimas se acurruca,

en la almohada silente,

donde calla la angustia de tu ausencia que me trunca,

la tarde que me pesa y me avasalla.

 

Te siento tan lejana, tan perdida,

como si la ciudad te hubiese robado,

como si las nubes, con su faz ardida,

te ocultaran de mi mirada, a mi lado.

 

Y mi corazón, aferrado a la historia indómita,

se desahoga en la resignación,

en este día incierto, de alma marchita,

que espera saciar su sed con un verde beso.

 

Mas tú permaneces callada, secreta y silente, como un enigma.

¡Dónde estás, amada mía, en esta hora dilatada!

Siento que tu luz se apaga, y yo me vuelvo estéril,

un páramo yermo, te diluyes en mis sueños,

te pierdo para siempre, en un abismo.

 

Es solo la última tarde antes del equinoccio,

otro día que se escapa en la ciudad,

con sus irreductibles hormigones,

sus autopistas vertiginosas, su tempestad.

 

¿Qué le importará a los transeúntes,

con su andar indiferente y sin alma,

que mi corazón esté cansado de esta soledad punzante,

que te encontré una mañana de octubre, por la calma?

 

O que te busque en una tarde de marzo,

y tu ausencia se siente como la noche fría.


No comments: